Condiciones materiales

Las celdas son individuales

no

Hasta hace unos diez años, las celdas estaban previstas para albergar entre 20 y 30 personas, por lo que se asemejaban a grandes dormitorios. Con el tiempo, el tamaño de estas celdas se ha reducido y en el nuevo modelo se alberga a un máximo de tres personas. Esto se hace con el fin de limitar el contacto entre los reclusos.

Los reclusos duermen en

  • de una cama
  • de literas
  • de un colchón en el suelo
  • dormir en el suelo

La sobrepoblación carcelaria degrada las condiciones de vida. En octubre de 2017, al menos 22 000 reclusos dormían en el suelo, puesto que no había camas suficientes para todas las personas. Los reclusos se turnan para utilizar las camas; algunos duermen de día y otros de noche.

Todos los reclusos disponen de ropa de cama

La administración penitenciaria suministra a cada nuevo recluso un colchón y una manta.

Las celdas son sin ventilación.

Las celdas/dormitorios colectivos cuentan con sistemas de calefacción y/o aire acondicionado

en algunos casos

La temperatura es muy alta en verano y muy baja en invierno. La calefacción está presente en algunos establecimientos.

Las celdas no tienen aislamiento térmico, por lo que durante la noche entran corrientes de aire frío; los reclusos tienen que llenar botellas con agua caliente para intentar calentarse.

Los demás objetos o muebles necesarios para la vida cotidiana corren a cargo de los reclusos; en el economato se pueden comprar refrigeradores, sillas plásticas, mesas, armarios, etc.

Los reclusos tienen acceso a un suministro de agua

fuera de la celda/dormitorio

El acceso al agua varía según los establecimientos, y en algunos de ellos es incluso restringido como, por ejemplo, en la prisión de Bandirma (Noroeste).

La sobrepoblación limita el acceso a las instalaciones sanitarias. Con frecuencia, los reclusos deben esperar para entrar a los baños y a las duchas, y el tiempo de utilización es restringido.

Las duchas se ubican en las celdas/dormitorios colectivos

no

Los reclusos solo tienen derecho a una ducha semanal de cinco minutos. En la prisión de máxima seguridad de categoría F de Edirne el acceso al agua caliente es limitado.

Instalaciones de saneamiento

letrines

En los establecimientos más sobrepoblados, las condiciones de higiene son deplorables. En la prisión de Karabuk, solo hay tres letrinas y tres duchas para los cien reclusos instalados en el gimnasio. El difícil acceso a las instalaciones sanitarias parece ser un problema generalizado en los establecimientos penitenciarios del país.

Las instalaciones de saneamiento están limpias, son adecuadas y fácilmente accesibles

no

La administración penitenciaria suministra gratuitamente artículos de aseo personal

no: corren por cuenta de la persona detenida

La administración penitenciaria suministra gratuitamente productos de limpieza

no

Los reclusos deben pedirlos a sus familias o comprarlos en el economato, donde, por lo general, son costosos y de mala calidad.

Los familiares de los reclusos también se encargan de llevarles la ropa, pero todo debe pasar a la entrada por un control estricto. Con frecuencia, no se permite el ingreso de ciertas prendas, por ejemplo, las autoridades rechazan las chaquetas de color negro.

Si bien una empresa privada se encarga del mantenimiento de los locales, la higiene es un aspecto preocupante: las paredes tienen humedad y la pintura se desprende.

Las instalaciones de la prisión de Kirklareli (al Norte del país) son vetustas e insalubres y están llenas de ratas e insectos. A pesar de que se han presentado varias quejas, las autoridades se niegan a llevar a cabo una desratización y desinfección de los lugares.

Los reclusos tienen acceso gratuito al agua potable en todas las zonas que frecuentan

no

El agua del grifo de las celdas no es potable, por lo que los reclusos deben comprarla en botella. Las personas se quejan con frecuencia de la calidad y de la cantidad de alimentos que se les proporciona. Sin embargo, sus reclamos quedan a menudo sin respuesta.

Cantidad de comidas diarias

3

La administración debe cumplir criterios relativos a la calidad y a la cantidad de los alimentos suministrados

no

Las autoridades afirman que el volumen de las raciones se calcula en función de la capacidad de los establecimientos y no del número real de reclusos. Las personas pueden comprar alimentos en el economato para completar sus comidas.

En la prisión de Silivri, las comidas se sirven frías y la cantidad es insuficiente. De acuerdo con la dirección del establecimiento, el elevado índice de ocupación es la causa de esta escasez. Algunos reclusos que no cuentan con recursos financieros sufren de malnutrición.

En la prisión de Bafra, el desayuno se compone de un trozo de pan, un poco de mermelada (o cremas para untar) y una taza de té. A veces viene con un huevo.

Se proponen dietas específicas

no

Los regímenes alimenticios de las personas enfermas casi nunca se tienen en cuenta. La única precaución que se toma en este sentido es servir los alimentos sin sal ni aceite. La administración penitenciaria se lo serviría a todas las personas consideradas “enfermas”.

Los reclusos pueden comprar alimentos

Los reclusos pueden complementar sus comidas con productos cantinables. Marcan los productos que quieren comprar de una lista. Pueden poner productos una vez a la semana.

Los reclusos pueden disponer de un refrigerador

no

La adquisición de un refrigerador corre por cuenta de los reclusos.