Análisis Estudio comparativo

LA PANDEMIA DE LA COVID-19 sorprendió a la mayoría de los Gobiernos debido a la rápida evolución del virus, a su intensidad, y a la complejidad de su naturaleza. Esta falta de anticipación hizo que la respuesta a las diversas e incesantes necesidades pareciera más una reacción diaria que una verdadera gestión. La COVID-19 representó rápidamente una gran amenaza para todos los reclusos del mundo. Las prisiones de muchos países se consideraban “bombas de tiempo”, pues la falta de atención sanitaria, el hacinamiento de las instalaciones y las condiciones de vida insalubres obstaculizaban el cumplimiento de las medidas preventivas. El freno de la propagación de la epidemia cobró un alto precio a los reclusos, puesto que los excluyó casi totalmente del mundo exterior, sin recibir apoyo externo y sin ningún control por parte de las organizaciones. Si bien en algunos países las personas privadas de libertad salieron prácticamente ilesas de la primera ola de coronavirus, su aislamiento sin precedentes suscitó el temor de que se estuvieran produciendo abusos indocumentados, y de que existiera un mayor riesgo de suicidio y de problemas de salud mental.

A pesar del sólido compromiso de los defensores de los Derechos Humanos y las organizaciones de la sociedad civil que abogan desde hace mucho tiempo por el respeto de los derechos de los reclusos, sus llamamientos y recomendaciones apenas se han tenido en cuenta en el pasado. El coronavirus, en cambio, obligó a las autoridades a reaccionar rápidamente y a tomar decisiones pragmáticas. De este modo, en un corto plazo, se aplicaron técnicas y estrategias previamente identificadas para lograr resultados en el cumplimiento de los derechos fundamentales de los reclusos: rápida reducción del hacinamiento, aumento de los recursos para la atención médica en las prisiones y medios de comunicación adicionales para conservar los vínculos con el exterior.
Esto ha demostrado que el respeto de las normas internacionales no solo es posible, sino crucial tanto en tiempos de crisis como en tiempos normales. Por lo tanto, las nuevas dinámicas que se observan, tanto dentro como fuera, plantean el reto a las autoridades públicas de mantener lo que se ha logrado y garantizar que estas nuevas prácticas y políticas positivas sean duraderas.

Prison Insider y el Centro de Estudios Justicia y Sociedad de Chile han planteado un análisis sobre el primer año de la pandemia en las prisiones de once países: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Francia, Irlanda, Nueva Zelanda, Noruega, España, Sudáfrica y Tailandia.

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Agradecimientos

Prison Insider agradece por su contribución en la elaboración del presente informe a:
Graciela Dubrez (Observatorio internacional de prisiones sección argentina, OIP Argentina) y Juan Ambrogi (Sociedad de Criminología Latinoamericana, SOCLA), Argentina.
Rafael Godoi (Centro de Estudios en Ciudadanía, Conflicto y Violencia Urbana de la Universidad Federal de Ro de Janeiro), Brasil.
María de los Ángeles Espinoza Rojas y Diana Sofía Posada Solís (Ministerio de Justicia y Paz), Costa Rica.
Fíona Ní Chinnéide (Irish Penal Reform Trust), Irlanda.
Hedda Giertsen (Universidad de Oslo), Noruega.
Alejandro Forero Cuella (Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos, OSPDH-SIRECOVI), España.
Zia Wasserman (antigua coordinadora nacional de Sonke Gender Justice), Sudáfrica.

Prison Insider también agradece a todas las personas que han contribuido, de manera regular, con la información de nuestro sitio web.

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El proyecto

Este documento fue elaborado por Prison Insider, bajo la coordinación del Centro de Estudios Justicia y Sociedad de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en el marco del proyecto Prisión y COVID en Chile ─financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID)─, y con el apoyo financiero del Consejo de Europa.

Its contents are the sole responsibility of Prison Insider.

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Centro de Estudios Justicia y Sociedad

El Centro de Estudios Justicia y Sociedad tiene por misión producir conocimiento relevante acerca de la naturaleza y el alcance del problema del delito y la exclusión social en la sociedad actual, y contribuir en la elaboración y el análisis de políticas públicas que fomenten una sociedad más justa, segura y pacífica. El centro reúne la experiencia y trayectoria de más de una década de investigación dedicada a la sociología de la delincuencia, la criminología y al estudio de poblaciones invisibilizadas y al margen de la sociedad. Su colaboración con organismos internacionales, otras universidades extranjeras, entidades estatales y centros de estudio, ha permitido llevar a cabo investigaciones de gran impacto y producir conocimientos académicos que han contribuido con la implementación de políticas públicas.

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Metodología

Para el presente estudio, Prison Insider llevó a cabo una extensa investigación documental sobre las medidas que adoptó cada país para responder a la pandemia de la COVID-19. Este documento también tiene por objeto analizar las consecuencias de la crisis sanitaria en las prisiones.Prison Insider ha venido documentando las medidas instauradas, los sucesos ocurridos y las recomendaciones emitidas. Desde el mes de septiembre, ha compilado opiniones de personas expertas en diferentes campos (ONG, investigadores, funcionarios de prisión, institutos nacionales, etc.), mediante entrevistas escritas o realizadas por videoconferencia, de manera directa o semidirecta. El presente estudio también se basa en artículos e informes elaborados por expertos de cada país, que han aportado puntos de vista actuales y pertinentes. Este documento no pretende ser exhaustivo, se trata de un breve panorama general de la situación relativa a la COVID-19, entre marzo y noviembre de 2020.

Monografías por país

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