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Relaciones con el exterior

En teoría, las visitas son gratuitas y duran generalmente 20 minutos. Su duración puede prolongarse si se pagan 100 francos CFA (15 céntimos).

Algunas prisiones no tienen locutorios. Los despachos de la administración penitenciaria se destinan a dicho uso.

Los visitantes deben pagar 1500 francos CFA (2 euros), de los cuales 500 (76 céntimos) son para el guardia, para entrar en la prisión central de Yaundé. Los locutorios consisten en “media docena de compartimentos sin ventana”(enlace en francés).

Los visitantes pueden llevar de todo, siempre y cuando lo negocien. A menudo llevan comida.

Los reclusos no siempre se encuentran en prisiones cerca de sus familias. Estas deben pagar el transporte y perder una jornada laboral para visitar a sus familiares encarcelados.

La administración penitenciaria no pone ninguna línea de teléfono fijo a disposición de los prisioneros.

El teléfono móvil o celular está prohibido en prisión. Ciertos reclusos disponen de un teléfono móvil. Estos pueden hacer llamadas o consultar internet gracias a la 4G.

Los reclusos envían cartas, a veces de forma ilegal. Los detenidos hacen circular principalmente pequeñas notas. Cuando salen de prisión, en general para ir al juzgado, aprovechan para hacer salir informaciones.

Los reclusos condenados a muerte pueden beneficiarse de un indulto presidencial.

Las penas pueden ser conmutadas: la pena de muerte puede convertirse en cadena perpetua. Esta última puede, en ciertos casos, transformarse en una pena de veinte años de prisión.

Los reclusos pueden obtener un permiso de salida mediante el pago de una suma de dinero o negociando con las autoridades.

Las personas detenidas tienen derecho a un abogado.

La asistencia jurídica es globalmente escasa incluso en el caso de los menores (enlace en francés).

Los abogados nombrados de oficio no siempre se esfuerzan en su trabajo. No comunican sistemáticamente las informaciones a los detenidos.

La Unión Europea puso en marcha en 2015 un programa de ayuda jurídica. Este programa fue suspendido poco después de su lanzamiento, en 2016.

La mayoría de los reclusos no son informados de la evolución de su caso ante las jurisdicciones correspondientes. Sus expedientes penitenciarios no están puestos al día y contienen únicamente los autos de prisión preventiva.

Camerún firmó el “Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura” 1 el 15 de diciembre de 2009, pero no lo ha ratificado y no es un Estado Parte. Camerún no dispone de un Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura.

Un gran número de ONG interviene en las prisiones (ver sección) “Participantes exteriores”. Algunas de ellas son falsas ONG que obtienen dinero para intervenir en los centros de detención, pero después no hacen nada.


  1. “Optional Protocol to the Convention Against Torture”, en español: “Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Denigrantes”