Vida cotidiana

Todas las personas privadas de libertad pasan al menos una hora diaria al aire libre

En los principales establecimientos, los reclusos pueden acceder fácilmente a los patios, ya que debido a la sobrepoblación es imposible cerrar las celdas.

La administración penitenciaria propone actividades a los reclusos

Las posibilidades de divertirse o aprender son más bien escasas. Sin embargo, algunos establecimientos logran organizar algunas actividades como: cursos de moral impartidas por las organizaciones religiosas, clases de coro o baile y talleres manuales de reparación o de pintura[^actividades].

[^actividades]:“Sistema D en las prisiones sobrepobladas de Filipinas” (Système D dans les prisons surpeuplées des Philippines) en Le Temps, 6 de mayo de 2016 (en francés).

  • Los reclusos de la prisión de Cebú, que se han vuelto famosos gracias a sus coreografías que se difunden por internet1, participaron en 2010 en la promoción de “This is it”, tras ser contactados por el coreógrafo de Michael Jackson. Los turistas y los visitantes pueden ver sus presentaciones, que se realizan una vez al mes.

    Un concurso televisivo de cocina tuvo lugar en 2012 en la prisión de Bilibid, como parte de un programa de reinserción cuyo objetivo era enseñar un oficio a los reclusos para prepararlos para su salida y promover el compañerismo entre las diferentes pandillas.


    1. Los reclusos de la cárcel de Cebú reproducen las coreografías de Thriller, Gangnam Style y bailan para “This is it” 

Existen áreas específicas para las actividades físicas y deportivas

no

En 2014, se reportó que las instalaciones de Bilibid cuentan con una cancha de tenis. Los reclusos organizan torneos e invitan a jugadores profesionales.
La administración de la prisión de Quezón incentiva a los reclusos a que permanezcan activos durante el día; todas las mañanas se organizan sesiones de aeróbicos en la cancha de basquetbol1.


  1. Philippines drug war turns jail into a haven en Reuters, 9 de noviembre de 2016 (en inglés). 

El trabajo es obligatorio

no

La administración penitenciaria no brinda suficientes posibilidades de trabajo aparte de las granjas penales. Ciertos reclusos que conocen un oficio, lo ponen a disposición de sus compañeros para ganar n poco de dinero. En los espacios comunes de varios establecimientos, sobre todo en Bilibid, los reclusos instalan pequeños puestos en los que revenden los objetos que le aportan sus visitantes1.

El establecimiento penitenciario para mujeres propone un programa de trabajo que permite a las reclusas desarrollar competencias profesionales y percibir un poco de dinero. Las mujeres pueden elaborar objetos artesanales, criar porcinos o aves de corral o producir verduras a pequeña escala.

El dinero que ganan los reclusos puede servir para ayudar a sus familiares al exterior.


  1. Inside one of the world’s largest prisons en CNN, 12 de diciembre de 2014 (en inglés). 

Evolución del número de reclusos que trabaja

no

En las granjas penales (ver Parque inmobiliario), los reclusos tienen un trabajo que les permite aprender y ejercer un oficio. Los reclusos de alto riesgo trabajan al interior en locales supervisados. Los demás trabajan como agricultores, guardabosques, carpinteros e, incluso, pescadores. Las tareas administrativas de la granja penal de Iwahig se confían a 200 reclusos, mientras que otros 1000 se encargan de los cultivos[^cultivos].