Sistema penitenciario

Guinea cuenta con 33 prisiones, de las cuales 31 son operacionales.

El sistema penitenciario se divide en tres categorías:

  • Las prisiones de máxima seguridad para los reclusos condenados por delitos graves;
  • Las cárceles para los preventivos;
  • Las prisiones civiles para los autores de delitos leves.

Estas categorias administrativas no son respectadas. En la práctica, los preventivos y los penados no son separados

El país cuenta con 23 prisiones civiles y ocho prisiones de máxima seguridad: Conakry, Boké, Mamou, Nzérékoré, Kanhan, Kindia, Labé y Faranah. La prisión de Conakry, la más grande del país, se encuentra dentro de la comuna de Kaloum, en pleno centro de la capital. Las prisiones de máxima seguridad se sitúan dentro de las capitales de cada región administrativa, y las prisiones civiles dentro de las capitales de prefectura.

Ciertos establecimientos penitenciarios datan del periodo colonial o de los primeros años de independencia; otros son viejas infraestructuras judiciales, edificios prestados por otras administraciones o edificios alquilados a particulares. Por ejemplo, la prisión de Fria era antiguamente un banco. Las obras de acondicionamiento de las instalaciones resultan imposibles debido al grosor de los muros.

Todas las instalaciones se encuentran en estado de deterioro avanzado. En mayo de 2012, el Gobierno lanzó un programa de construcción y renovación de los establecimientos penitenciarios. En 2013, se inició la construcción de un nuevo establecimiento en Coyah, que todavía no ha sido terminado. En abril de 2015, se empezó a construir una prisión de máxima seguridad en la ciudad de Dubréka, tras el cierre del antiguo establecimiento en 2013.

La Dirección Nacional de la Administración Penitenciaria (DNAP), adscrita al Ministerio de Justicia, es el órgano responsable de la gestión de los establecimientos penitenciarios. Según el informe publicado en 2015 por la Comisión Penitenciaria del Ministerio de Justicia (en adelante, “la Comisión”), los recursos humanos se conforman por 13 personas a cargo de la gestión (siendo dos de las mismas Agregados del Ministerio de Interior), 18 militares y 613 miembros de personal penitenciario. Sin embargo, estos últimos son menos numerosos en la práctica.

Tras una visita de Human Rights Watch (HRW) en junio de 2010, La DNAP creó un equipo formal. Durante la visita, los guardias informaron que el Ministerio de Justicia no paga sus salarios desde hace entre seis y diez años. Sin embargo, todavía hay guardias “voluntarios” en las prisiones de máxima seguridad de Conakry y Kankan, así como en las prisiones civiles de Coyah, Fria y Dalaba. Su remuneración proviene de los sobornos que pagan los reclusos y sus familiares.

Las condiciones de trabajo son difíciles, el personal carece de formación, está mal pagado y no dispone del equipo de seguridad necesario. Ciertos establecimientos disponen solamente de un director y un jefe de guardias. El personal a cargo de la reinserción es poco numeroso.

En la prisión de Conakry, una parte de la gestión de la vida común se deja a cargo de los reclusos.

En este mismo establecimiento, la Comisión contabiliza un funcionario de salud, dos técnicos de laboratorio y una enfermera. Por otra parte, un agente de la Dirección de Sanidad de la Prefectura (DPS) visita a los detenidos una vez por semana, en teoría.