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Vida cotidiana

La superficie mínima de las celdas, definida en los artículos 64 y 115 del Código Procesal Penal, es de 4 m² por persona, pero no corresponde a las normas europeas en vigor (6 m²). Lo más habitual es que las celdas no cuenten con ventilación, que la luz natural no penetre en ellas y que no haya acceso al agua potable.

En el centro de detención preventiva de Kiev, los reclusos se ven forzados a dormir por turnos. Durante la visita de los representantes del servicio del Defensor del Pueblo, había 16 camas para 20 reclusos. En algunos casos pueden llegar a ser hasta 25 o 30. La, acogió

En la cárcel de Zaporizhzhya, 22 reclusos estaban encerrados en una celda de 16 m², sin aseos y sin suministro de agua, el 21 de julio de 2016 1.


  1. Ukrainian Parliament Commissioner for Human Rights, “Monitoring places of detention in Ukraine”, 2017. 

Los centros penitenciarios sirven tres comidas calientes por día. Los reclusos pueden adquirir la comida en el economato de la prisión.

La oficina del Defensor del Pueblo identificó, en su informe de 2017, algunos problemas en la cadena de suministro de comida:

  • Los reclusos de la colonia 4 no tuvieron acceso a la carne durante casi un mes.
  • La colonia 12 preparó los menús utilizando únicamente carne y pescado en conserva.
  • Los observadores de la oficina del ombudsman señalaron haber encontrado frutas y verduras podridas en la colonia 9.

Texto y fotografías enviadas por la organización Ukraine Without Torture

Las informaciones descritas aquí conciernen 12 centros de detención preventiva y 17 centros penitenciarios, que funcionan también como centros de detención preventiva. Cerca de 17 000 acusados y condenados están encerrados en estos establecimientos.

Todas las instalaciones vigiladas por el Mecanismo Nacional de Prevención (MNP) están equipadas con unidades sanitarias. Los reclusos pueden lavarse durante el día pero solo con agua fría, lo que a largo plazo provoca una contracción de los vasos sanguíneos y una ralentización de la circulación sanguínea, causando un deterioro de la piel.

Los aseos no disponen de depósitos de agua. Los allegados de los reclusos deben enviarles jabón, dentífrico y otros productos de higiene personal de primera necesidad. Los presos acceden una vez por semana a las instalaciones donde pueden lavarse y limpiar la ropa. Ese mismo día tienen acceso a los servicios de un peluquero.

Los acusados y condenados pueden usar un uniforme que le suministra la administración o su propia ropa, que debe en tal caso ser de color oscuro.

De acuerdo con la normativa jurídica en vigor, los reclusos deben ducharse y someterse a un examen médico durante la admisión. Esto incluye verificar la ausencia de parásitos y enfermedades infecciosas, además de un análisis del historial médico. Sin embargo, no todos los establecimientos respetan este procedimiento, por ejemplo el centro de detención preventiva de Lukyanovka.

Después del examen, los reclusos deben recibir dos sábanas, una funda de almohada, una taza, una cuchara, un plato, un colchón y una almohada. También tienen la posibilidad de utilizar sus propias pertenecías. Todos los detenidos tienen derecho a una cama. Colchones, almohadas y mantas deben estar desinfectados.

Entre 2 y 30 personas pueden encontrarse detenidas en una misma celda. Las celdas cuentan con aseos y un lavabo con agua fría. Las instalaciones sanitarias no tienen muro de separación y se hallan a menudo en muy mal estado, por lo que la aparición de hongos es habitual.

La administración debería distribuir productos desinfectantes, pero aún no lo hace. Los reclusos debeb utilizar uno propio. Un recluso por celda es responsable de la limpieza en los centros de detención preventiva.

Higiene en las cárceles de Ucrania from Prison Insider on Vimeo.

Los reclusos son sometidos a un control médico cuando ingresan en la prisión. Los resultados del examen se archivan en un carnet de salud personal.

El sistema de sanidad penitenciario está bajo ordenes de la dirección del establecimiento penitenciario y depende del Ministerio de Justicia, lo que conduce a una falta de financiamiento y de independencia. Los casos de malos tratos y de torturas son registrados de manera incorrecta.

Los reclusos no tienen acceso a una atención médica especializada, como dental o ginecológica.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidades para los Derechos del Hombre (ACNUDH) señala, entre noviembre de 2016 y febrero de 2017, que las condiciones generales de detención de algunos centros no respetan los estándares internacionales. Se identificaron problemas vinculados a la atención médica: trabas burocráticas y financieras impiden el traslado de reclusos enfermos al hospital. El ACNUDH ha contabilizado siete casos en los que los servicios secretos (SBU) habrían obstruido el acceso a la atención médica de reclusos relacionados con el conflicto armado. En algunos casos, el SBU ha presionado a los médicos para que certifiquen la ausencia de lesiones que necesitarían tratamiento y una investigación. El SBU ha negado estas alegaciones[^SBU].

A lo largo del 2015 se registraron 1 177 casos de tuberculosis en prisiones ucranianas.

Durante el 2016, las personas mayores, seropositivas, con minusvalía o que sufren tuberculosis fueron las que enfrentaron más dificultades para hacer valer sus derechos. La regla Nelson Mandela n°24 no se respeta: los reclusos deberían tener acceso a una atención médica de la misma calidad que si estuviesen en libertad y, además, los servicios de sanidad deberían estar vinculados estrechamente al Ministerio de la Salud para facilitar la continuidad los tratamientos una vez que los reclusos son liberados. Durante el 2016, menos del 4 % de los reclusos con el VIH/Sida recibieron un tratamiento antirretroviral.

Vyacheslav Syyrets, jefe del Departamento para los Derechos Humanos de la Oficina del Fiscal General, denunció la muerte de un recluso de 21 años a principios de 2017, a causa de un retraso en recibir una atención médica apropiada. “Un joven murió en el hospital a donde había sido trasladado desde el tristemente conocido centro de detención de Lukyanivska. Cuántas veces tenemos que repetir que los médicos tienen que hacer todo lo que pueden para disimular las lesiones porque están bajo ordenes de la dirección del centro de detención… Por supuesto que la unidad médica intentó ayudar al recluso como pudo. Pero es imposible proveer la atención necesaria en caso de heridas graves utilizando equipos tan viejos […]. Instituciones como esta no deberían existir. Es una “residencia maléfica” en medio del centro de una ciudad moderna.

Escrito por la organización Ukraine Without Torture Los reclusos tienen derecho a salir al patio una hora al día. Los menores y los enfermos de tuberculosis tienen derecho a dos horas por día. Este derecho es respetado a cabalidad.

Los detenidos no pueden practicar deportes en los centros de detención preventiva. En las colonias, los patios de recreo tienen barras horizontales para hacer ejercicio. Los reclusos pueden jugar al fútbol con un balón realizado a partir de trozos de tela.

Cada cárcel posee una biblioteca, pero los reclusos no tienen acceso a periódicos ni revistas.

Las celdas están equipadas con radios pero la mayoría no funcionan o no son utilizadas. Es posible instalar una televisión pero el costo corre a cuenta del propio prisionero o de alguno de sus allegados. Ni las llamadas telefónicas, ni la correspondencia, están autorizadas mientras el recluso este bajo investigación.

Los reclusos tienen derecho a trabajar. El trabajo en prisión está remunerado. Una jornada laboral dura ocho horas y se prevé una pausa para comer. Los hombres trabajan en el área del metal y la madera, las mujeres hacen la costura.

El trabajo en la cárcel se rige por el Código Laboral. Los reclusos pueden trabajar para empresas privadas, instituciones o para la administración. La semana laboral no puede superar en duración a la prevista en el Código del Trabajo. Los contratos se producen entre la administración de la colonia y la empresa. La administración penitenciaria no declara el trabajo en prisión en todos los casos, pretendidamente por asuntos de corrupción.

Los reclusos de las colonias 100 y 25 no reciben siempre sus salarios y el personal penitenciario los presiona para que realicen horas extras sin remuneración.

El Estado financia las necesidades del sistema penitenciario a altura de 35 y 40 %. Las cárceles que ofrecen mejores condiciones de detención son las que completan sus presupuesto gracias al autofinanciamiento, proveniente del salario de los reclusos. Los prisioneros son considerados como mano de obra barata : su salario equivale en promedio 0.35 euro al mes, a diferencia de los 50 euros de salario mínimo del país. La ley que autoriza el autofinanciamiento fue derogada en 2012 pero el problema persiste: el funcionamiento y la percepción del recluso como un trabajador sin pleno derecho es una herencia de la época soviética.

Los reclusos en cadena perpetua tiene la autorización de trabajar pero deben hacerlo desde su celda; el resto de los reclusos trabaja el talleres.

El Viceministro encargado del sistema penitenciario anunció, el 5 de enero de 2017, que tarjetas de pago serían distribuidas a los reclusos para permitirles comprar en las tiendas instaladas a proximidad de las cárceles. El salario de los prisioneros será transferido a esta tarjeta. Esta medida forma parte de la reforma del sistema penitenciario en curso.

Consulte la sección MNP para saber más sobre las condiciones de trabajo en la colonia correccional 129

Reclusos que trabajan

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Es posible hacer una formación general o profesional en las 75 prisiones que cuentan con centros de formación profesional. La formación de los detenidos es dispensada por 124 colegios.

En el curso del año escolar 2015-2016, 7 600 reclusos acudieron a cursos para completar sus estudios de secundaria, lo que representa 8 % de la población carcelaria (94 783 en 2015). De 10 000 prisioneros sin cualificación, 6 940 siguieron una formación profesional en 2015, lo que representa 7,3 % de la población carcelaria a esa fecha.

Un motín tuvo lugar, el 21 de julio de 2016, en la colonia 132, después de que uno de los reclusos fuera agredido por un representante oficial del servicio penitenciario.

Los cacheos deben ser realizados por personal penitenciario del mismo sexo que los prisioneros. La administración debe informar a los reclusos del uso de medidas de control y de vigilancia audiovisuales.

El informe 2017 del Defensor del Pueblo señala que, en la colonia 100, el teléfono puesto a disposición de los detenidos está vinculado a un segundo teléfono, que permite al personal espiar las conversaciones de los reclusos.