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El oído — 8/12

América del Norte Mujeres América del Sur Asia Europa Penas de larga duración
Publicado el 10 de enero de 2020 Inside Outside
Índice
  • Bertrand habla a los participantes
  • Estados Unidos, Schuylkill (Pensilvania)
    • Japón
      • Ucrania
        • Francia, Arles
          • Suiza
            • Italia
              • Guatemala
                • Japón
                  • Argentina
                    • Francia, Roanne
                      • Colombia
                        • Francia, Arles
                          • Estados Unidos, Lake Placid (New York)
                              • El espacio — 12/12
                              • El olfato — 11/12
                              • El gusto — 10/12
                              • El tacto — 9/12

                            Índice
                            • Bertrand habla a los participantes
                            • Estados Unidos, Schuylkill (Pensilvania)
                              • Japón
                                • Ucrania
                                  • Francia, Arles
                                    • Suiza
                                      • Italia
                                        • Guatemala
                                          • Japón
                                            • Argentina
                                              • Francia, Roanne
                                                • Colombia
                                                  • Francia, Arles
                                                    • Estados Unidos, Lake Placid (New York)
                                                        • El espacio — 12/12
                                                        • El olfato — 11/12
                                                        • El gusto — 10/12
                                                        • El tacto — 9/12

                                                      Cada mes, el fotógrafo Bertrand Gaudillère realiza una fotografía, o la elige entre sus archivos, para que Prison Insider la envíe a los diferentes reclusos de varias partes del mundo que participan en el proyecto. Estan encarcelados en Argentina, en los Estados Unidos, en Francia, en Suiza, en Guatemala, en Ucrania, en Colombia, en Líbano, en Italia, en Japón y en Bélgica.

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                                                      Bertrand habla a los participantes¶

                                                      Desde el pasado mes de noviembre, Francia está siendo sacudida por un movimiento social que reclama mayor justicia e igualdad. Cada sábado, los manifestantes salen a las calles para hacer escuchar sus peticiones a un Gobierno que hace oídos sordos. Ese día, en las calles de Lyon, las protestas degeneraron y hubo una fuerte represión. El ruido ensordecedor de las sirenas de la policía se confundió con la detonación de las granadas lacrimógenas y con el grito de aquel joven que, con el puño levantado, expresaba su indignación. Oigo su ira…
                                                      Bertrand.

                                                      Prison Insider le propone contarnos libremente lo que le evoca, o le hace sentir, esta imagen relacionada con el sentido del oído, desde su lugar de encarcelamiento.

                                                      Estados Unidos, Schuylkill (Pensilvania)

                                                      Autores : — Eric, 45 años, hombre. / Traducido por Esperanza Escalona Reyes.

                                                      Sin solución¶

                                                      Se tapan los oídos, hacen gestos de dolor. Yo no oigo nada. Ellos gritan: “¡cuidado!” Las sirenas retumban, pero yo no oigo ¡Nada!
                                                      Suplican conmigo: ayudad a los que sangran, a los que lloran, a los que mueren, y aun así…
                                                      ¡NO OIGO NADA! (En un susurro) Voy a la caza del hombre lobo.

                                                      Mi ira pasa de un murmullo a un rugido… La oigo crecer. Gritando dentro de mí, vibrando, intensamente, amenazando violentamente con desgarrarme.

                                                      La oigo, mientras aguarda inquieta. Un conflicto; con un sufragio corrupto, una indiferencia notoria, y una opresión que reniega, como acelerantes. La oigo decir: “¡Suéltame!” Yo lloro. ¡Voy a la caza del hombre lobo!!! Levanto mi brazo, el puño enfurecido, grito por el regreso de la justicia, la igualdad, la dignidad, pero no oigo nada.
                                                      No oigo nada … salvo mi propia ira que, exquisitamente fría, quema mi interior. En lo más profundo de mi ser. Resonando dolorosamente. Guiando la caza. Influyendo en mi búsqueda. Tiene un eco. El sonido busca detenerme, arrestarme, golpearme, hacerme tambalear. Pero no oigo nada.
                                                      Continuo con mi caza y mi ira me asegura. ¡Yo no oiré Nada!

                                                      Japón

                                                      Autores : — Caladel, 28 años, mujer. / Traducido por Meritxell Sayos & Diana Giron-Silva.

                                                      Si dentro del mundo fotografiado, las sirenas gimen y las voces gritan, yo conozco la verdad del ruido.
                                                      El ruido es irrelevante, el oído es una tortura.
                                                      Voces alzadas en ira y dolor, llantos que rompen a medianoche, esto es todo lo que se necesita saber.
                                                      Conversaciones sin sentido, palabras que no ya no causan ninguna reacción, historias que se repiten con un fútil propósito.

                                                      Un simple medio de extender la miseria, mi voz deviene una cáscara vacía – un conducto de todo lo que es aburrido e injusto.

                                                      Yo hablo, otros escuchan, y todo sin propósito.
                                                      La gota de agua en un lavabo de porcelana, el rugir de la prensa a la hora de comer, los silbidos penetrantes de las almas frustradas, y el latigazo de los guardias que retumba censura o abuso. Todo es tortura en su mundanidad, familiaridad, fatalismo.

                                                      Música estridente interrumpida por anuncios, risas enlatadas que resuenan en los pasillos, voces dobladas que roban autenticidad a los labios de los actores. No hay ninguna alegría o posibilidad de escape en lo que tenemos que escuchar.
                                                      En lugar de sufrir la crueldad del falso consuelo, me tapo los oídos.
                                                      En un paisaje sonoro dominado por mentiras y mentirosos; preferiría ser sorda.
                                                      Ahora guarden silencio desesperados y marineros, añoro el silencio.

                                                      Ucrania

                                                      Autores : — Denis, 37 años, hombre. / Traducido por Diana Giron-Silva.

                                                      Qué triste cuando el Gobierno abandona su pueblo… Pero lo traeremos de vuelta a la realidad, le recordaremos quién debe servir a quién.

                                                      –

                                                      Leer la version original (ruso)

                                                      Francia, Arles

                                                      Autores : — Christophe, 43 años, hombre. / Traducido por Diana Giron-Silva.

                                                      Cuento de la canción silenciosa.¶

                                                      Hela aquí, más allá del ruido y el rumor, más allá de las palabras y las ideas. Como una fiel compañera que murmura al oído de mi alma; es la voz que se deja llevar por el canto del inconsciente, letanía de lo que soy, pero que no reconozco. Ella tararea mis dudas y mis temores, clama mis sueños y susurra mis fantasías, juega con la verdad y la mentira. Para ella no existen reglas ni partituras, ella es libre.

                                                      Dulce melodía de sirena que, embriagadora, trama miles de complots, da gritos de furor, y hace que mis pasos me conduzcan hacia mi propio final. Me aterra y me fascina a la vez, no puedo desprenderme de ella, yo soy ella. La escucho manifestarse con vehemencia, escucho su enojo. Canción silenciosa que solo quiere existir para mí, ser mi tormento exclusivo.

                                                      He llegado al final de mi confesión, entona mi silencio, canción silenciosa.

                                                      Suiza

                                                      Autores : — Inmaculada, 36 años, mujer.

                                                      Venceré a todo aquello que ahora me oprime

                                                      Adelante. Con fuerza, sin mirar atrás. Venceré.
                                                      Quizá todavía no vea el final, pero sé que hay un final.
                                                      No me rindo, continúo, sé que un día todo acabará. Venceré.

                                                      Venceré a todo aquello que ahora me oprime, me aplasta, a todo aquello que quiere hundirme.

                                                      Venceré. Ni un paso atrás.
                                                      Con la mirada puesta en lo que ha de venir, en el futuro que trae la esperanza, el futuro que traerá la libertad.

                                                      Camino con el puño en alto, con el paso firme marcado por el latir de un corazón cansado, contando y descontando los días que vienen y se van. Y pasará, todo esto pasará.

                                                      Sigo, no me rindo, lucho y peleo… La lucha no ha terminado, pero terminará un día y venceré, lo sé.
                                                      Sólo un poco más y ya casi puedo ver la libertad, ya casi la puedo rozar con mis manos.

                                                      Tengo la mirada puesta al frente. No me rindo, no decaigo, continuó… Por ti, por mí, por lo maravilloso que es vivir.

                                                      Italia

                                                      Autores : — Giuseppe, 40 años, hombre / Traducido por Laura Lagardera.

                                                      Alzo el puño, pero no es un gesto político en el sentido que ustedes pueden atribuirle. Ustedes que se encuentran fuera de esta cárcel.
                                                      Alzo el puño para probar y devolverle el sentido a aquellas tres palabras que Francia le ha enseñado al mundo:

                                                      • LIBERTAD
                                                      • FRATERNIDAD
                                                      • IGUALDAD
                                                        Alzo el puño porque, a pesar de toda la miseria acá adentro, sigo cultivando una utopía que me atraviesa el alma.
                                                        Alzo el puño y ustedes no pueden verme a la cara.
                                                        Pero ustedes saben–lo saben bien–que no estoy llorando.
                                                        Ni las lacrimógenas ni el miedo me pueden destruir.
                                                        Alzo el puño porque quiero justicia
                                                        Justicia social
                                                        y libertad
                                                        Esta última palabra que tiene un sabor y un olor particular.

                                                      __

                                                      Leer la versión original (en italiano)

                                                      Guatemala

                                                      Autores : — Carlos, 67 años, hombre.

                                                      Algo similar pasa en las cárceles aquí. Están llenas a más no poder.

                                                      Donde vivo, se escucha, día y noche, el susurro de los pajarillos.
                                                      Hoy fue un día durísimo para mí. Todo estaba preparado para dormir como un bebé, pero no fue así. En la madrugada, el graznar de un cuervo me despertó abruptamente. ¡Qué animal más molesto! Hasta quebró un vitral de un picotazo.
                                                      La mañana era radiante, pero, de pronto, un tenebroso manto de nubes oscuras cubrió el cielo. Caían rayos, centellas y lluvia a morir.

                                                      Tan pronto como cesó la tempestad, encendí el televisor. Estaban pasando imágenes de fuertes y virulentos disturbios en varios sectores de Francia. El Gobierno, haciendo caso omiso de las peticiones de los manifestantes, optó por reprimir severamente dichos movimientos. A estas alturas, se reportan heridos, capturados y muertos.

                                                      Algo similar pasa en las cárceles aquí. Están llenas a más no poder. También hay constantes revueltas, presos aislados, trasladados y hasta muertos. Las autoridades ya no hallan qué hacer con el problema de los reclusos. Parece que el mundo entero está hecho un caos. ¿Qué pasará mañana? No lo sabemos. Mientras tanto, ¡Qué Dios bendiga a Francia!

                                                      Japón

                                                      Autores : — HV, 60 años, mujer. / Traducido por Meritxell Sayòs.

                                                      Puedo sentir y escuchar su sufrimiento, escuchar su súplica por ayuda,
                                                      La violencia es difícil de tolerar, aun así, él sigue gritando
                                                      para evitar que el ruido ahogue su voz.

                                                      Al oír las sirenas de la policía, quisiera correr, pero él
                                                      se mantiene firme, sabiendo que tiene que expresar su descontento,
                                                      Ahora es imposible escucharlo.

                                                      Entonces levanta su puño en el aire, el más claro y fuerte signo,
                                                      Ya no se necesitan más palabras.

                                                      Argentina

                                                      Autores : — Pablo, 36 años, hombre.

                                                      Con los puños en alto bien arriba…significa victoria y revolución. No tenemos temor, fortaleza y victoria. ¡Que grande Bertrand…es un capo!

                                                      Francia, Roanne

                                                      Autores : — Anne-Marie, 59 años, mujer. / Traducido por Lina Moreno.

                                                      a verdad es que los gritos suenan y resuenan como una llamada a que haya más justicia y paz

                                                      Son gritos de inquietud, de vituperante ira. Este joven critica toda la malversación que tiene lugar tanto en nuestro país como fuera de él. Ver cómo se establece este sistema le ha llenado de furia. Aquí, lo único que podemos hacer es ver por televisión la retransmisión de estos programas que tanto nos afectan y leer la prensa cotidiana que ponen a nuestra disposición. La verdad es que los gritos suenan y resuenan como una llamada a que haya más justicia y paz. Este joven, con el puño en alto, simboliza la rebelión que alberga en él.
                                                      Estos son los sonidos que yo oigo y lo que resuena en mi interior.

                                                      Colombia

                                                      Autores : — Ricardo, 57 años, hombre.

                                                      El texto y la fotografía me recuerdan el hecho de que todos estos años de prisión he tenido que levantar mi puño, incansablemente, para reclamar justicia como elemento esencial de dignidad. Los seres humanos encarcelados estamos sujetos a una especie de pena de muerte lenta, por lo cual debemos tener valentía para levantar la cara. Como ya lo he explicado, soy uno de los cientos de presos políticos que existimos en Colombia por oponernos a un sistema político injusto en el que no hemos creído. En la foto, entonces, nos vemos retratados en otras latitudes.

                                                      Francia, Arles

                                                      Autores : — Pascal, 45 años, hombre. / Traducido por Tamara Piñeiro.

                                                      ¡Gracias por esta nueva fotografía! ¡No se puede decir que la prisión sea un lugar de paz y de calma! Globalmente, me he acostumbrado. Aunque en este lugar hay ruidos a los cuales no he llegado a habituarme, el peor de todos es el cierre de las rejas metálicas de los corredores. Justo al lado de mi celda hay una, y, cuando mis nervios están a flor de piel, los electro-imanes de las cerraduras me sobresaltan al accionarse.

                                                      Si no, ni el canto de un pájaro, ni el maullido de un gato; solo ruidos fabricados por el hombre y nada de una bella sinfonía musical, sobre todo, gritos de protesta y de rabia, nada que procure sosiego.

                                                      Me pregunto cómo van a reaccionar mis sentidos el día que en que recupere mi libertad: ¿cómo reaccionarán a la naturaleza, al sonido del viento entre los árboles, al lenguaje de los animales silvestres? Me gusta el campo y vivir en él; y ahora me doy cuenta del valor de ciertas cosas que ya apreciaba entonces, pero de las que ignoraba hasta qué punto añoraría si las perdiera… Hoy en día relativizo muchas cosas y el orden de mis prioridades en mi vida; la paz, la felicidad y mis familiares son mi principal fuente de motivación.

                                                      Estados Unidos, Lake Placid (New York)

                                                      Autores : — Tewhan, 39 años, hombre. / Traducido por Esperanza Escalona Reyes

                                                      ¿Por qué debemos “luchar” por la justicia y la igualdad? ¿Por qué no se nos dan libremente, como pueblo?

                                                      Oigo los gritos por la libertad, los alaridos de angustia. Oigo la ley, el Gobierno y las muchas exigencias que nos imponen, como pueblo, para mantenernos separados.

                                                      En las calles de donde yo vengo, los sonidos son constantes. La ironía es que estos mismos sonidos estallan en medio de las zonas de guerra.

                                                      ¿Es ahí donde vivimos? ¿En zonas de guerra? ¿Somos soldados batallando en los frentes para vencer la injusticia social y la desigualdad? ¿Por qué no nos escuchan?

                                                      Nosotros, el pueblo, hacemos el Gobierno, o eso dicen, entonces, ¿por qué se nos deja a nosotros, el pueblo, fuera, gritando con el puño cerrado, a todo pulmón, llenos de ira? Esto es lo que oigo cuando escucho con el corazón: dolor, pena, un coro como cadencias de rechazo, rechazo a simplemente rendirse y morir, ¿podéis oír cómo se me parte el corazón? Con cada puño que se levanta, con cada soldado caído, el corazón se me rompe un poco más.

                                                      ¿Por qué debemos “luchar” por la justicia y la igualdad? ¿Por qué no se nos dan libremente, como pueblo?
                                                      Por encima de los gritos en la calle de Lyon, oigo los susurros de ideologías opresivas, altos y claros, con tanto dolor e ira retronando en el aire, llenando el espacio que me rodea, a menudo deseo ser sordo.

                                                      InsideOutside + +

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                                                      16-12-2020
                                                      Inside Outside

                                                      El espacio — 12/12

                                                      Cada mes, el fotógrafo Bertrand Gaudillère realiza una fotografía, o la elige entre sus archivos, para que Prison Insider la envíe a los diferentes reclusos de varias partes del mundo que participan en el proyecto. Estan encarcelados en Argentina, en los Estados Unidos, en Francia, en Suiza, en Gua…
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                                                      06-11-2020
                                                      Inside Outside

                                                      El olfato — 11/12

                                                      Cada mes, el fotógrafo Bertrand Gaudillère realiza una fotografía, o la elige entre sus archivos, para que Prison Insider la envíe a los diferentes reclusos de varias partes del mundo que participan en el proyecto. Estan encarcelados en Argentina, en los Estados Unidos, en Francia, en Suiza, en Gua…
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                                                      06-10-2020
                                                      Inside Outside

                                                      El gusto — 10/12

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                                                      09-06-2020
                                                      Inside Outside

                                                      El tacto — 9/12

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