Testimonio

Francia: cada vez hay que empezar de nuevo

La prisión, una carga compartida

< image © Valentin Lombardi.

Franck, casado y con dos hijos de 18 y 20 años, al día de hoy, estuvo encarcelado en dos ocasiones. Pasó varios meses en prisión preventiva, antes de que se le concediera una medida de vigilancia electrónica, y, tras el fallo, tuvo que regresar a prisión. Hoy cuenta a Prison Insider cómo vivió estas experiencias, la manera en que afectaron a su familia, y la importancia de la comunicación para preservar los vínculos.

— Este testimonio forma parte del dossier Unidos dentro y fuera.

Es importante mantener los vínculos. El problema es que esto es imposible incluso los primeros meses de reclusión.

Desde los primeros días de reclusión empecé a escribir a mi familia, ya que para mí era esencial liberarla de la carga emocional.

La prisión es más difícil para los familiares que para los que están adentro.

La interrupción de la vida que supone la prisión te trae consecuencias con las que tienes que cargar por mucho tiempo.