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Portugal: quiere permitir que las cabinas telefónicas y móviles en las cárceles

El gobierno de Portugal está negociando la instalación de 150 cabinas telefónicas y autorización de uso de teléfonos móviles en las cárceles del país, dijo el martes (23), el Ministro de Justicia, Francisca Van Dúnem.El objetivo, según la ministra, es evitar que los detenidos usen aparatos telefónicos ilegales dentro del sistema penitenciario.

Es malo desde el punto de vista del sistema penitenciario y de la idea que se tiene que tener de la seguridad en el interior, es malo y no puede suceder”, afirmó Van Dunem durante su visita al Juicio de Comercio de Lagoa, en el distrito de Faro.

Recientemente, un recluso filmó y divulgó imágenes captadas en el interior del Establecimiento Prisional del Linhó (Sintra). Para evitar este tipo de ocurrencia, la ministra dijo que el gobierno pensó en dos soluciones: la instalación de cabinas telefónicas y la utilización de números predefinidos durante determinados períodos.

En este momento estamos negociando 150 cabinas telefónicas, una cosa que ya no se usa, para el interior de los establecimientos penitenciarios, para permitir que las personas puedan entrar en contacto y no tengan que recurrir a otro tipo de métodos”, dijo.

Según Van Dunem, la otra medida es el permiso del uso de teléfonos móviles “con números prefijados, por los que las personas pueden llamar durante un período”.

Van Dunem reconoció que los presos tienen un tiempo limitado autorizado de contacto con teléfonos, defendiendo una alteración de ese tiempo “para combatir la entrada ilegal de los aparatos de comunicación en las cadenas”.

Es obvio que sólo hay tráfico donde hay necesidad, y lo que hay que hacer es acabar con la necesidad de traficar”, defendió la ministra, añadiendo que los aparatos utilizados por los reclusos “son instrumentos que tienen una dimensión reducida y que se compran fácilmente”.

En opinión de la ministra, “es un problema que sólo puede ser combatido a través de formas que impidan o que hagan menos rentable la utilización de estos instrumentos clandestinamente”.

La ministra admitió además que la detección de los aparatos de comunicación “no siempre es fácil, y lo que se ha hecho son búsquedas dentro de las prisiones y aplicados los procedimientos disciplinarios a las personas involucradas”.

Van Dunem consideró que el sistema penitenciario “está hoy mejor” aunque siguen existiendo problemas, no sólo con los móviles, sino también con el tráfico de estupefacientes. Para ella, las técnicas y el modus operandi de los grupos criminales se van alterando a medida que las policías los van detectando.

En relación a los estupefacientes es seguir percibiendo cuáles son los nuevos canales de entrada, tener capacidad de prevención y anticipación de las formas de entrada, reforzar la vigilancia en las entradas y, después, obviamente, reprimir de forma enérgica las situaciones en que se identifique que “hay tráfico de estupefacientes”, concluyó.

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