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México: buscan erradicar estigmas penitenciarios a través del empleo

Ciudad de México.- Ante la difícil situación que viven los reclusos dentro de las penitenciarías y debido al estigma por parte de la sociedad contra este tipo de personas, a quienes en su mayoría les impiden el acceso al mercado laboral, Prison Art se formó desde 2012 como una empresa social que da trabajo a hombres y mujeres que han estado o permanecen privados de su libertad en las cárceles del país, así lo informó en entrevista con Diario de México, Jorge Cueto, fundador de esa compañía.

Relató que después de convertirse en un exreo —luego de pasar 11 meses en la prisión de Puente Grande, Jalisco—, se dio cuenta de la complicada situación en la que viven quienes están tras las rejas, razón por la que decidió empezar este proyecto.

“Cuando uno obtiene la libertad es muy difícil poder reinsertarse, ya que la sociedad estigmatiza a las personas que han estado en la cárcel. Los muchachos salen sin preparación, sin estructura familiar y sin apoyo del gobierno, pero lo que sí tienen es una carta de antecedentes penales que hace que nadie los quiera contratar”, señaló.

MODA CARCELARIA DEL TATUAJE

Indicó que ante este tipo de escenarios, la mayoría de las veces el crimen organizado aprovecha para “enganchar” a los exreclusos y darles oportunidad de que tengan un ingreso económico. Ante ello, dijo, se formó Prison Art, cuya finalidad es capacitar y ayudar en la rehabilitación de quienes están recluidos.

Cueto explicó que aquellos que son contratados por su empresa se dedican al diseño de moda, tatuaje, marroquinería y arte, con el objetivo de maquilar productos de piel que se comercializan bajo el nombre de la ya referida firma.

Detalló que entre sus productos sobresalen bolsos, chamarras, maletas, portafolios y tenis, cuya característica es que se realizan bajo la misma técnica de los tatuajes en la piel.

SE UNEN CONTRA EL COVID-19

El fundador de esta empresa agregó que ante la emergencia sanitaria por el coronavirus y como una acción filantrópica, decidió poner en marcha la mano de obra que tiene para fabricar cerca de 50 mil cubrebocas de alta calidad, con el objetivo de donarlos a personas privadas de su libertad, así como a personal que se encuentra trabajando en centros médicos y hospitalarios.

Precisó que al decretarse las medidas de aislamiento social, los talleres de Prison Art cerraron, sin embargo optó por llevar el material a las casas de sus trabajadores, para que desde ahí realicen sin riesgo alguno estos tapabocas.

“Los jóvenes de Prison Art están manufacturando las mascarillas en sus hogares y estamos donando el 50% a gente privada de su libertad que se encuentra en diversas cárceles de la CDMX y el Edomex, mientras que la otra mitad se está llevando al IMSS, al Hospital General y otras fundaciones”, concluyó.