Entrevista

Sudáfrica: se encienden las alarmas

El país cuenta con 150 000 reclusos, de los cuales más de 2700 han contraído el coronavirus.

Desde el principio, la sociedad civil advirtió al Gobierno ─incluso antes de que se registrara el primer caso─ que la pandemia no dudaría en cruzar las puertas de la prisión. Si bien los funcionarios penitenciarios mostraron una cierta transparencia, la respuesta de las autoridades fue insuficiente. El 8 de mayo, el Gobierno aceptó liberar a 19 000 personas privadas de libertad para descongestionar los establecimientos penitenciarios. En medio de una administración en dificultad, un personal estigmatizado y mal equipado, y unos reclusos aislados y preocupados, las organizaciones de la sociedad civil han encendido las alarmas.

Zia Wasserman es el coordinador nacional de Sonke Gender Justice1, una organización que defiende y promueve los derechos humanos, el acceso a la atención médica y los programas de resocialización. Prison Insider le ha planteado tres preguntas.


  1. Sonke Gender Justice es una ONG sudafricana dedicada a varias causas como la defensa de los derechos humanos y los derechos de los niños, la igualdad de género, la lucha contra la violencia doméstica y sexual, y la prevención de epidemias como el VIH/Sida. 

Las prisiones son por lo general muy viejas y no se han renovado en muchos años; a menudo, hay cortes de agua o no hay agua caliente

Desde entonces, las cifras han seguido creciendo, creciendo y creciendo

Este es un momento decisivo para mostrar cómo son las prisiones y que todos conozcan las vulnerabilidades de las personas privadas de libertad.