Entrevista

Italia: “la acción política es decepcionante”

La segunda ola de la pandemia llegó con más fuerza a las prisiones. ¿Qué han hecho las autoridades?

El país, fuertemente afectado por la primera ola de Covid-19, debe ahora hacer frente a una segunda. En marzo de 2020, el anuncio de las primeras medidas de prevención sacudió a las personas privadas de libertad; en un contexto de suspensión de visitas, sobrepoblación, falta de mascarillas y acceso insuficiente a la atención sanitaria, se produjeron varias protestas en más de 50 de las 189 prisiones del país. Algunas personas se han manifestado para pedir que se reduzca la población carcelaria, ya que el problema del hacinamiento persiste.

Rita Bernardini es miembro del Partido Radical y presidenta de la asociación “Nadie toca a Caín” (Nessuno toccha Caino), implicada en asuntos carcelarios. A finales de 2020, realizó una huelga de hambre durante 35 días para pedir que se aplicaran medidas de liberación. Tras considerar que sus peticiones no se habían tomado en cuenta, inició hace poco una segunda huelga. Prison Insider le ha planteado tres preguntas.

Estas cifras demuestran por sí solas la ausencia total de anticipación de la segunda ola por parte de las autoridades italianas.

La magnitud de esta segunda ola es impresionante.

La COVID-19 ha penetrado en la zona más inaccesible del mundo penitenciario.