Testimonio

“Al escuchar la narración de mi cliente, en relación a su encarcelamiento en Bamako, tuve la sensación de ver una nueva versión del apilamiento de los barcos de esclavos”*, dice indignada su abogada.

Arnaud es francés, fue detenido en Bamako (Mali) a principios de 2016, por Interpol Francia, en un caso de estupefacientes. Fue puesto bajo custodia durante tres meses en la Comisaría de Bamako, antes de pasar cinco meses en detención preventiva en proceso de extradición en el centro penitenciario de Bamako.

Desde la celda de una prisión francesa, a la que ha sido transferido, relata su testimonio de las condiciones de detención en Mali. Un relato abrumador sobre la falta de respeto a los derechos y la dignidad de las personas privadas de la libertad.

Estaba solo y aislado, dormía a ras del suelo, sin colchón, en el hormigón y la tierra.

Disponíamos de un único grifo de agua fría para 40 detenidos. Unido a una manguera, servía para ducharnos, cocinar, fregar los platos, limpiar nuestro cubo…

Nos ordures étaient stockées dans une poubelle dans la cour qui était vidée sur le sol de l’autre côté du grillage.