Entrevista

Bélgica: “La prisión no garantiza la salud”

El acceso a la salud en prisión es deficiente. Algunas asociaciones intentan remediar este problema.

El estado de salud físico y mental de las personas privadas de libertad suele degradarse más que el de las personas de la población general. La salud en prisión plantea varios problemas tanto estructurales como logísticos: falta de diagnóstico, limitación o interrupción de los tratamientos, formación inadecuada del personal, falta de equipos, mal estado de las instalaciones, etc. Si bien la labor de las organizaciones de la sociedad civil pretende compensar estas fallas, aún no se ha logrado solucionarlas.

Vinciane Saliez y Kris Meurant son los fundadores de “I Care”, una asociación que realiza vistas a la prisión desde 2015 para promover la salud y mejorar el acceso a la atención sanitaria en el ámbito carcelario. Prison Insider les ha planteado tres preguntas.

Pero, hoy en día, el enfoque es totalmente opuesto y la prisión es una pérdida de tiempo. Así que las perspectivas solo pueden ser negativas, tanto para las personas que se encuentran en prisión como para las que trabajan allí.

La prisión es el miedo al cambio y al movimiento.

No es para nada una crítica contra el personal de los anexos, cuya voluntad sostiene los muros a pesar de la evidente escasez de recursos.