Análisis Estudio comparativo

ALGUNOS SE LEVANTAN CADA MAÑANA CON EL TEMOR DE QUE AQUEL SERÁ SU ÚLTIMO DÍA. Otros se enfrentan a la pena capital en países en los que ya no se llevan a cabo ejecuciones. Para estas personas “muertas en vida”, la posibilidad de que se suspenda la moratoria1 que prolonga su existencia truncada entre cuatro paredes es una constante zozobra. A finales de 2020, se registraron al menos 483 ejecuciones. Hoy en día, hay más de 28 500 condenados a la pena de muerte en unos 50 países. Estas personas pasan meses, años o incluso décadas en prisión y sus días transcurren en medio de una insufrible rutina cotidiana.

En algunos lugares, la horca se expone para aumentar la presión psicológica de los reclusos, mientras en otros, se les exigen posiciones humillantes en cada movimiento. Ya sea que convivan con el resto de la población carcelaria o estén separados en centros específicos, a los condenados a muerte se les imponen medidas de seguridad más estrictas y restrictivas que a los demás.

¿Cómo se vive a la espera de la muerte?

Prison Insider publica un informe sobre las prácticas de nueve países que no han abolido la pena capital: Bielorrusia, Camerún, India, Indonesia, Japón, Malasia, Mauritania, Pakistán y la República Democrática del Congo.

─ Para el presente estudio, se llevó a cabo un cuidadoso trabajo de documentación. Prison Insider contó con la colaboración de varias organizaciones y personas de reconocida experiencia para recabar la información aquí contenida. Este documento no pretende ser exhaustivo.


  1. Una moratoria es la suspensión de las ejecuciones de las personas condenadas a muerte en un país. Puede ser declarada oficialmente por un Estado o considerarse de facto cuando no se ha llevado a cabo ninguna ejecución por al menos 10 años. 

Agradecimientos

Prison Insider agradece a:
Carole Berrih, ECPM, RACOPEM, Droits et paix, KONTRAS, ADPAN, y la CPJ por la información sobre Camerún, Indonesia, Malasia y la República Democrática del Congo.
ECPM, AMDH, CSVDH, RAFAH y Nordine Drici por Mauritania, y en general por todo su trabajo transversal.
HRC Viasna, en Bielorrusia, y a la FIDH.
Gale Andrew en la India (Project 39A, Universidad Nacional de Derecho de Delhi).
Michael Fox (Japan Innocence & Death Penalty Information Center) y a la Federación Internacional de Derechos Humanos en Japón.
La Coalición Mundial contra la Pena de Muerte y a Ensemble contre la peine de mort (ECPM) por su apoyo y sus informes.
Coline Constantin, Nassila Saidou, Elise Garel, Margaux Daval y Julie Grobon por recopilar, y sintetizar la información necesaria para elaborar este estudio comparativo.
Prison Insider también quisiera agradecer a todas las personas que contribuyen regularmente en nuestro sitio web.

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