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Argentina: Mujeres ya están al frente de las cárceles bonaerenses más temidas

Una de ellas es la jefa del Complejo de Olmos, uno de los más violentos de la provincia. Otras diez dirigen unidades con mucha complejidad.

La cárcel de Olmos es la más poblada del país y una de las más antiguas de la provincia de Buenos Aires. Tiene seis plantas y 72 pabellones. Se inauguró en el año 1938 para albergar a 1.500 detenidos, pero en la actualidad hay más de 2.500.

Las condiciones de alojamiento no son las mejores y la sobrepoblación genera focos de conflicto casi permanentes. Las celdas son colectivas y en algunos pabellones hay cerca de sesenta presos. La convivencia no es fácil, y evitar desbordes tampoco.

La seguridad de la Unidad Nº 1 y de las otras tres que forman parte del Complejo Penitenciario de Olmos está a cargo de una mujer, algo impensado hace no mucho tiempo.

La reciente designación de la inspectora mayor Norma Puccia es el ejemplo más claro de un cambio histórico en la fuerza y el fin de un paradigma que está grabado a fuego en una de las paredes del acceso al penal más antiguo de la Provincia. Allí cuelgan los retratos de todos los jefes que pasaron por esta unidad y todavía no está el de una mujer.

Puccia es la máxima autoridad del complejo desde octubre pasado. Su ascenso es una muestra del nuevo rol que ocupa el género femenino en el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

“No puede haber una diferencia por una cuestión de género, eso es irrelevante”, señaló Norma Moracci

En la actualidad, catorce mujeres ocupan cargos jerárquicos importantes dentro de la fuerza. Once están al frente de distintas unidades penitenciarias y una forma parte de la Plana Mayor del SPB: Norma Moracci, que es la directora general de Institutos de Formación y Capacitación.

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